Costura francesa, inglesa y overlock
Cuando hablamos de confección y acabados, la forma en que unes dos piezas de tela marca la diferencia entre un trabajo básico y uno profesional. Existen distintas técnicas de costura cerrada o de unión, y hoy vamos a hablar de tres de las más comunes y efectivas: costura francesa, costura inglesa y costura overlock.
Sigue leyendo este blog de Mercería Sarabia, para descubrir qué es cada una, sus ventajas, y cuándo conviene usarlas en tus proyectos de costura, ya sea a mano o con máquina.
¿Qué es una costura cerrada?
En costura, llamamos “cerradas” a las técnicas que protegen los bordes de la tela para que no se deshilachen. También mejoran el aspecto interior de la prenda, dándole un acabado más profesional, lo que es especialmente importante si no llevará forro.
1. Costura francesa: elegante y perfecta para telas finas
La costura francesa es ideal para telas finas o delicadas como la batista, el algodón delgado o el voile. Esta técnica encierra los bordes dentro de una segunda costura, logrando un acabado terminado tanto por dentro como por fuera.
Es perfecta para prendas que no llevarán forro, como blusas ligeras, ropa interior o pijamas. Aunque requiere más tiempo (porque se cose dos veces), vale la pena por lo estético y funcional que resulta el acabado.
No es recomendable en telas gruesas, ya que puede sumar demasiado volumen.
2. Costura inglesa: resistente y práctica
Por otro lado, la costura inglesa es una versión más rápida de la anterior.
Aquí, en lugar de encerrar completamente los bordes, se dobla uno de los márgenes sobre el otro y se cose. Aunque no es tan refinada como la francesa, es más práctica para telas de peso medio como popelina o lino.
Este tipo de costura se usa mucho en camisas, pantalones de pijama y ropa de niños. Su principal ventaja es que no necesita una máquina especial, y si se plancha bien, el resultado es resistente y prolijo.
3. Costura overlock: rápida y profesional
En cambio, si trabajas con telas elásticas o necesitas producir de forma más rápida, la costura overlock (también conocida como remallado) es la mejor opción.
Se realiza con una máquina especial que corta, cose y remata los bordes al mismo tiempo, creando una costura firme y elástica.
Es ampliamente utilizada en la confección industrial y en prendas de punto como camisetas, leggins y ropa deportiva.
Eso sí, para usarla necesitas una remalladora, y aunque es muy rápida, no suele ser tan decorativa como las otras dos opciones.
¿Cuál debo usar?
La elección depende de varios factores. Si estás trabajando con telas muy finas y deseas un acabado delicado, elige la costura francesa. Si la tela es un poco más gruesa y buscas resistencia sin perder estética, opta por la costura inglesa. Y si estás usando tejidos elásticos o buscas rapidez y eficiencia, la overlock es insuperable.
Conclusión: una costura para cada ocasión
Ahora que conoces los diferentes tipos de costura; dominar estas tres técnicas te permitirá adaptarte a cualquier tipo de proyecto y mejorar el acabado de tus prendas de forma notable.
Recuerda que no es solo coser: es hacerlo con intención, técnica y detalle. Cada puntada cuenta cuando quieres que algo dure y se vea bien por dentro y por fuera.
🧶 Pásate por nuestra web y descubre todo el material de mercería, costura y manualidades con el que sacar el artista que llevas dentro 💜